- Nombre y apellidos: Sara Mª Antón Sánchez
- Centro de prácticas: IES María Blasco
- Edad: 23-27 años
- Género: mujer
- Especialidad que cursas: Máster en Formación del Profesorado
- Curso académico: 1er curso
- Practicum: Practicum II
- Curso en el que has realizado las prácticas: 1º Bachillerato
El pasado mes de febrero, relaicé mis prácticas del Máster en el IES María Blasco, un instituto que se encuentra en la localidad de San Vicente del Raspeig y que recoge a unos 1020 alumnos. Este centro no me es desconocido, ya que cursé 1º y 2º de Bachillerato en él. Mi experiencia como docente ha sido muy distinta a la de alumna, por supuesto. Pero ha sido emocionante, esclarecedora y motivadora.
Centrándome en las clases que observé de mi tutor, he de señalar que el uso de las TICs era prácticamente inexistente. Las clases eran de lo más tradicional: se seguía el libro de texto, se leía -alternando a los alumnos- el tema que tocaba ese día y el profesor interrumpía para hacer alguna aclaración o explicar algo con más profundidad, se hacían un par de ejercicios y se evaluaba con examen final. Este sistema se aplicaba a todos los cursos a los que asistí como oyente: 1º ESO y 1º Bahillerato.
Solo se hizo uso de las TICs en una sesión de Literatura Universal de 1º de Bachillerato. Los alumnos ya se habían examinado de los temas de la Ilustración y el Romanticismo y el profesor consideró que debía cerrar dichos temas poniendo dos piezas musicales -solo el sonido-. La actividad consistía en determinar a cuál de los dos movimientos artísticos pertenecía cada pieza. Las piezas musicales eran uno, La cabalgata de las Valkirias de Wagner para representar el Romanticismo; y dos, El Minueto en G de Bethoven en el que se pueden encontrar rasgos propios del Neoclasicismo. A los alumnos les gustó mucho esta actividad y sabían razonar perfectamente por qué cada pieza pertenecía al movimeinto que correspondía. Pero no se volvió a dar ese tipo de actividades durante mi estancia en el centro. Sobre todo en esta asignatura, Literatura Universal, el profesor les recomendaba que vieran películas y series basadas o bien en la época que estaban estudiando o bien en alguna novela, pero nunca puso la película en clase, aunque fuera un trozo o el tráiler para despertar el interés del alumnado.
La cabalgata de las Valkirias
Minueto en G
En las clases de Lengua castellana y Literatura de 1º de Bachillerato que observé se dio el teatro del Siglo de Oro, del cual sabemos que se han hecho infinidad de adaptaciones teatrales y cinematográficas, y algunas muy buenas. Pues bien, las clases eran aburridísimas, pues solo se centraron en la Historia literaria y no se mostró en ningún momento el ingenio de Lope en sus obras, algunas de ellas muy divertidas y que tratan temas que a los adolescentes pueden llamarles mucho la atención, o los temas clásicos tan bien tratados por Calderón. Es una pena que no se acuda más a las fuentes primarias, que en este caso son los textos dramáticos de dos de los más grandes autores españoles, para explicar a los alumnos precisamente eso: a los autores, su manera de escribir y el comprender por qué escribían lo que escribían. Estudiar la Literatura de esta manera es casi un tormento y no me extraña que cada vez haya más gente que reniegue de ella o que no queira ver una obra de teatro o que se prefieran películas inicuas o arquetípicas.
Por otro lado, no vi que se fomentara el uso de las TICs, pues los alumnos debían realizar los ejercicios en sus libretas de manera manual.
No creo que esta metodología sea mala a la hora de enseñar, de hecho los alumnos adquieren los conocimientos, ya que saben hacer los ejercicios correctamente. Pero sí pienso que las clases son sumamente aburridas. Se debe aprovechar que en las aulas se cuenta con un equipamiento que fomenta el uso de las nuevas tecnologías. A través de este instumental podemos enseñarles a los alumnos cómo buscar de manera útil en la red y que ellos aprendan que Internet no es solo algo para la diversión, que también, sino que les puede facilitar mucho la vida académica -y laboral en un futuro- si saben cómo sacarle partido.
Por otro lado, no vi que se fomentara el uso de las TICs, pues los alumnos debían realizar los ejercicios en sus libretas de manera manual.
No creo que esta metodología sea mala a la hora de enseñar, de hecho los alumnos adquieren los conocimientos, ya que saben hacer los ejercicios correctamente. Pero sí pienso que las clases son sumamente aburridas. Se debe aprovechar que en las aulas se cuenta con un equipamiento que fomenta el uso de las nuevas tecnologías. A través de este instumental podemos enseñarles a los alumnos cómo buscar de manera útil en la red y que ellos aprendan que Internet no es solo algo para la diversión, que también, sino que les puede facilitar mucho la vida académica -y laboral en un futuro- si saben cómo sacarle partido.
Después de la experiencia, tengo claro que las clases deben ser más interactivas y que debemos darles voz a los alumnos. Ellos deben tener la oportunidad de expresar su opinión, porque de esa manera estamos fomentando el pensamiento crítico. Creo que las propuestas que nos han presentado los compañeros en clase de hacer lecturas secuenciadas a través de Twiter, Instagram o de un grupo de Facebook cerrado son excelentes para esto. Creo también que las películas, bien seleccionadas, también son unas buena manera de llegar hasta los alumnos, pues los medios audiovisuales tienen un grandísimo peso en nuestra sociedad y debemos ser capaces de adaptarnos a ellos y usarlos en nuestro beneficio y en el de los alumnos. Además, pienso que los exámenes es algo que deberíamos ir eliminando del sistema de evaluación, o al menos plantearlos de otra manera, porque, según mi experiencia, se aprende más haciendo un trabajo-proyecto que estudiando para un examen.
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